Matrimonio mormón, o matrimonio eterno, es confuso para algunas personas. Después de todo, mientras que la mayoría de personas tienen matrimonios civiles públicos que se realizan en las capillas, los mormones se casan en ceremonias privadas en templos mormones. ¿Por qué alguien querría hacer eso?Tal vez los mormones ven los matrimonios de un modo diferente a como los ven los demás –y aunque los templos no son únicos para el mormonismo, las ordenanzas que se realizan en ellos no las realiza nadie más. El matrimonio no es la excepción. Los matrimonios son únicos y, en la creencia mormona, muy sagrados, como son todas las cosas que se realizan en el templo.Es cierto que los matrimonios sagrados pueden ser algo inusuales hoy, cuando los divorcios se realizan tan casualmente, algunas veces al primer indicio de infelicidad. Aún antes, los matrimonios pueden haber durado más, pero podrían haber tenido asuntos ...
de desamor. Así que, ¿cómo pueden los mormones pensar en el matrimonio como algo sagrado?Para empezar, el matrimonio es ordenado y mandado por Dios. Aquí hay tres referencias rápidas de apoyo: 1 Corintios 11:11: “Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón”; Génesis 2:18: “Después dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él”; Génesis 2:24: “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne”.Pero ¿por qué el matrimonio sería un mandamiento? Es verdad, se nos manda “multiplicar y henchir la tierra”, o tener niños. Y Dios ha dicho que no es bueno que el hombre (y presumiblemente la mujer) deba estar solo –así que la compañía es importante. Pero los mormones creen que el matrimonio es algo más profundo que eso. Una carne. La intención fue que estuviéramos juntos.Y, además, juntos para siempre. Un matrimonio realizado en el templo mormón implica sellar a un hombre y a una mujer juntos para siempre, para ser uno más allá el fin de sus vidas. Si la pareja es fiel el uno al otro, guardando las promesas hechas tanto el uno al otro como al Señor, el matrimonio no se puede romper. Dios es el fundamento del matrimonio eterno.Las promesas que una pareja hace junta en un matrimonio en el templo son más poderosas que las promesas hechas en un matrimonio civil. Usted podría pensar que la posibilidad de casarse con alguien para siempre podría incrementar el nerviosismo pre-matrimonial. Y, realmente, “¿Deseo vivir con esta persona para siempre? sería una buena pregunta para hacerse. No se supone que los futuros compañeros matrimoniales se casen por el sólo hecho de casarse –el compromiso entre ellos debe ser duradero y basado en más que sólo una atracción. Ellos siempre deben tener presente a Dios en estas decisiones y consultar con Él en oración detenidamente, para ver si es correcto.Por supuesto, un matrimonio eterno no está libre de problemas. No es que la pareja, por arte de magia, nunca tendrá desacuerdos, o aún cambiará de opinión. Cada matrimonio tiene momentos ásperos y aún los matrimonios eternos pueden terminar en divorcio.Pero debido a la solidez de los compromisos hechos para tener un matrimonio eterno, se animará a una pareja mormona con problemas a solucionar las dificultades en otras maneras. El esposo y la esposa tendrán diferentes costumbres al otro, diferentes antecedentes, diferentes tradiciones, y encontrar compromisos entre las diferencias es a veces difícil. Pero los compromisos pueden y deben hacerse y la mayoría de dificultades pueden suavizarse mediante el amor y el esfuerzo. El matrimonio no se debe romper nunca ligeramente y Dios siempre ayudará a aquellos que se esfuerzan sinceramente por hallar unidad.A través del tiempo, devoción, compromiso, los conflictos iniciales llegarán a perder importancia. Si surge en el matrimonio un problema que sea demasiado serio para superar, tal como abuso o infidelidad, entonces los convenios ya se han roto.
volver
No hay comentarios:
Publicar un comentario